Acompañamiento en el desarrollo máximo del potencial humano cuestionando creencias limitantes, explorando puntos ciegos y creando conciencia de los obstáculos que entorpecen nuestros proyectos, desempeño y el futuro que deseamos.
Cuestionando
creencias limitantes.
Explorando nuestros puntos ciegos.
Creando conciencia de los obstáculos que nos entorpecen.
El coaching es un proceso de acompañamiento donde se desafía aquello que nos parece imposible, se expande nuestra capacidad de acción y se generan nuevas posibilidades acordes con el futuro que deseamos. En un proceso de coaching se identifica aquello que nos hace falta para llegar a donde queremos y coordinar las acciones necesarias que nos acerquen a nuestro objetivo. Además de ser un proceso de aprendizaje, el coaching también es un proceso transformacional al permitirnos una mirada distinta a aquello que nos sucede. Un cambio de observador provoca acciones diferentes y permite resultados distintos. Asimismo, el coaching se trata de asumir responsabilidad por el futuro al que aspiramos y de nuestro papel en los resultados obtenidos. De esta forma, el coaching es una invitación a asumir el protagonismo en nuestro diseño de futuro. De esta manera, el coaching es un proceso provocador y desafiante de nuestras creencias y juicios limitantes.
El coach no brinda consejos ni es un solucionador de problemas. Tampoco te dirá cómo debes ser, qué hacer o cómo actuar. En cambio, acompaña al cliente en un proceso de introspección y autodescubrimiento. Sin juicios y en un espacio de confianza, el coach busca generar conciencia sobre la forma en la que el cliente se observa a sí mismo y a su mundo. Lo invita a indagar y cuestionar creencias limitantes sobre el desafío que enfrenta y formula preguntas que lleven a la reflexión. Exploran los juicios, emociones e interpretaciones que entorpecen la generación de nuevas posibilidades. Además, acompaña al cliente en la coordinación de acciones que lo acerquen al futuro que desea.
El cliente, también conocido como “coachee”, es el responsable del proceso de coaching. Este es quien establece los objetivos y temas de la sesión, lleva a cabo su trabajo de reflexión e introspección y es quien establece y ejecuta las acciones identificadas para lograr su objetivo. El cliente asume la responsabilidad y el compromiso con su proceso de coaching. Es decir, el cliente asume la responsabilidad del futuro que desea.
Los procesos de coaching son beneficiosos para atender necesidades que el cliente deba resolver, explorar o lograr tanto en el ámbito personal como profesional. El coaching nos sirve para cuestionar creencias limitantes, ampliar nuestra mirada y superar los obstáculos que entorpecen el logro de nuestros objetivos. El coaching brinda la posibilidad de que, al convertirnos en un observador distinto de nuestra realidad, podamos coordinar acciones que nos acerquen a nuestras metas.
El coaching no es terapia. Tampoco es mentoría, consultoría o asesoría.
La terapia y el coaching tienen objetivos distintos. Mientras que la terapia tiene un enfoque en el pasado, el coaching focaliza su atención en el futuro que se quiere alcanzar. Las situaciones de origen emocional o mental no pertenecen al campo del coaching. En estos casos se referirán al profesional apropiado y capacitado.
Aunque hay coaches que también son mentores, es importante señalar que el proceso de coaching no es uno de mentoría. Un mentor trabaja con una persona para desarrollar competencias y habilidades. El mentor indica qué y cómo se deben hacer las cosas. El coach, por su parte, no enseña ni aconseja. Es decir, el coach acompaña en un proceso de aprendizaje, no de enseñanza.
Por otra parte, un consultor o asesor es un experto en un tema donde recomienda las acciones a tomar. En cambio, el coach permite que sea el cliente quien establezca las estrategias a trabajar y lo acompaña a potencializar sus capacidades.
Es importante destacar que en el coaching tanto el coach como el cliente tienen una relación de iguales.
Cada disciplina es única e importante, pero con objetivos distintos.
El futuro que deseas comienza con un clic.
Coaching organizacional y ejecutivo
Coaching para emprender
Coaching de liderazgo
Coaching personal
Coaching educativo
Directora de Operaciones
“Ha sido un proceso gratificante. Michael ha permitido la creación de un espacio en donde pude explorar esas dimensiones de la vida que conocía y me creaban dudas y esas que desconocía y comienzo a poder nombrar. El proceso ha servido para nombrar dudas, aclarar ideas e identificar alternativas para atenderlas”.
Emprendedor
“La experiencia con Michael ha sido una muy especial. Comencé con las sesiones de coaching sintiéndome sin un norte. Al pasar las sesiones me apoyó a encontrarme conmigo mismo, con lo que valoro y me hace sentir feliz. Su espacio de confianza y profesionalismo me permitió entrar en contacto con mi vulnerabilidad y enfocarme en lo que deseo”.
Ejecutivo
“Michael me acompañó efectivamente a diseñar conversaciones que me resultaban incómodas e identificar las herramientas con las que contaba. Su presencia y escucha fueron clave en todo el proceso”.
Director de Marketing
“Mi proceso de coaching fue importante para identificar las barreras que limitaban mi desarrollo profesional. Gracias a las preguntas y reflexiones del proceso pude aumentar mi desempeño y lograr los objetivos organizacionales que deseaba”.